viernes, 22 de junio de 2012

Final del Mundial de filosofía: Alemania vs. Grecia



El partido se jugó en el mítico estadio Olímpico de Munich. Por Alemania formaron Kant (no Kahn), Hegel como capitán, Schopenhauer, Nietzsche, y sorpresivamente Beckembauer, entre otros, para un tremendamente ofensivo 4-2-4.

Por Grecia, con un dibujo un poco más conservador, se pararon Platón, Aristóteles y Sócrates como columna de la alineación, y adelante, Arquímedes.

El encargado de la justicia fue el maestro Confucio, apoyado sí, por San Agustín y Santo Tomás de Aquino en las bandas.

Semejante mezcla de talento no podía terminar demasiado bien, y después de un buen rato, solo con una brillante ocurrencia de Arquímedes –“¡eureka!”- los griegos encontraron la solución de gol.

Ni el imperativo categórico de Kant, ni el determinismo histórico de Marx que entró desde la banca para revolucionar el momento, pudieron contra la metafísica de los antiguos.

Así, Monty Python, el popular grupo de humoristas británicos, ilustró la particular escena en los 70.

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